Cuando la nostalgia suena bien: tres documentales musicales que vale la pena ver y escuchar

Al estreno de Si estas paredes cantaran, dedicado a la historia de los estudios Abbey Road, se sumó en Star+ un film sobre la vida y obra de Brian Wilson y otro largometraje sobre el famoso concierto de Creedence Clearwater Revival en Londres

En su búsqueda de ofrecer contenido tan variado como los gustos de sus muchos suscriptores, las plataformas de streaming, -tomando la posta de los estudios de cine y TV tradicionales- hace tiempo descubrieron que la nostalgia es una llave que abre la mayoría de las puertas de interés del público. Continuaciones, remakes, reimaginaciones de viejos clásicos y hasta el regreso de ciclos con final cerrado que buscan recuperar la gloria de antaño, las series llevan años probando que la dulce melancolía del pasado cotiza muy alto. Claro que no solo de ficciones vive el negocio de la nostalgia y en algunos casos, como en el de los documentales musicales, la tendencia a mirar hacia atrás se pone en escena con una autenticidad que la separa de la especulación y el cálculo de los dramas de época.

La fascinación que Peter Jackson consiguió provocar en 2021 con la extraordinaria serie The Beatles: Get Back (disponible en Disney+) demostró que no se trata solo de poner en pantalla el pasado como si se tratara de souvenirs inanimados de otros tiempos, sino de recuperar retazos de la historia cultural global a través de los sonidos que marcaron y marcan la vida de tantos. En esa misma línea se inscriben tres films documentales de estreno reciente en los que la música es el centro, que parecen conversar entre sí, y que se dicen -y nos dicen- que el tiempo pasado puede haber sido bueno, pero mucho mejores son esas canciones que siguen sonando en el presente.

Si estas paredes cantaran

“Abbey Road Studios forma parte mi vida desde que tengo memoria”, dice Mary McCartney en el comienzo de este largometraje que ella misma dirigió. La hija fotógrafa de Paul y Linda debuta como directora en este documental que recorre los 90 años del estudio de grabación que aún para los legos es sinónimo de los Beatles, sí, pero también de mucha de la música que marcó la historia del siglo pasado y continúa en marcha en el actual.

Por supuesto que la primera de las muchas entrevistas que componen el film -junto al material de archivo que recorre las nueve décadas de Abbey Road-, tiene a Paul McCartney frente a la cámara, sentado en unas de las salas que fue casi su hogar y la de otros tres muchachos fabulosos durante años. Además de las anécdotas familiares sobre el adorado caballo Jet de Linda y como de vez en cuando lo llevaban al estudio, Paul responde sobre las razones detrás de la supremacía del estudio -“Todos los micrófonos funcionan”- con la simpleza con la que se habla de un viejo y querido conocido. Luego, el compositor John Williams aporta algo de mística al espacio: “Lo usamos, lo alquilamos, pero hay algo más espiritual que sucede ahí”, dice el creador de las bandas de sonido de Star Wars e Indiana Jones, entre tantas otras. Y algo de ese espíritu del que habla Williams vuelve a aparecer cuando se ven las imágenes de la célebre violoncelista Jacqueline Du Pré, junto su por entonces marido y director musical Daniel Barenboim, grabando a fines de los años sesenta lo que serían sus últimos discos.

De los Beatles a Jimmy Page y Shirley Bassey cantando el legendario tema de la película Goldfinger, el documental consigue transmitir ese aire de creatividad sin diluir con el que están empapeladas las famosas paredes de Abbey Road.

Si estas paredes cantaran está disponible en Disney+.

Brian Wilson: Long Promised Road

Una de las figuras más complejas, misteriosas e intrigantes de la música del siglo XX, Brian Wilson lleva décadas con el mote de genio loco a cuestas. La vida del compositor, productor y cantante de los Beach Boys, ya fue retratada en cine y analizada en numerosos documentales que buscaban comprender el origen del talento del rubio chico californiano que se hizo famoso escribiendo canciones sobre ir a la playa a surfear aunque nunca aprendió a hacerlo. Eso es algo de lo que cuenta en este film realizado en 2021, en el que recorre en auto las diferentes locaciones de sus Los Ángeles natal que forman parte de su historia y su leyenda.

En el documental -donde músicos como Bruce Springsteen, Elton John y Jacob Dylan, entre otros, hablan de su admiración por Wilson-, se mencionan no solo sus épocas de éxito, como la creación del influyente disco Pet Sounds, sino también los tiempos oscuros provocados por los trastornos emocionales y psiquiátricos que lo aquejan hasta la actualidad. En el auto conducido por el periodista Jason Fine, Wilson admite estar nervioso por las cámaras, habla de sus miedos y, cuando parece que la charla no aportará más que monosílabos de su parte, gracias a la confianza y el amoroso lazo que lo une a Fine aparecen valiosos recuerdos que, acompañados por material de archivo, dan cuentan su atrapante y emotiva historia.

Brian Wilson: Long Promised Road está disponible en Star+.

Travelin’ Band: Creedence Clearwater Revival at the Royal Albert Hall

A partir de la filmación del concierto que dio la banda norteamericana en la sala de conciertos londinense en 1970, en el marco de su primera gira europea, este film aprovecha para reconstruir su historia con material de archivo inédito. Para los fanáticos de la música de John Fogerty y los suyos, la posibilidad de ver y escuchar por primera vez cuarenta minutos de aquel legendario show ya justifica la experiencia de ver la película que, además, no decepciona cuando aprovecha ese hito para contar “cómo llegaron hasta ahí”.

Con Jeff Bridges como narrador, el retrato de época incluye la formación del grupo en la escuela, sus años de trabajo sin éxito a la vista y la invasión británica con los Beatles a la cabeza que movilizó a la industria musical norteamericana a salir en busca de sus propios éxitos, todo en el contexto de la guerra de Vietnam y el verano del amor. Se trata, en resumen, de una narración histórica e incandescente, con la mejor banda de sonido que se pueda pedir.

Fuente: La Nación