La casa del mítico cantante Serge Gainsbourg abre sus puertas

La propiedad parisina, cerrada al público durante más de tres décadas, se convirtió en un museo que resguarda los recuerdos y la esencia del genial artista

Peatones ante la casa del cantante francés Serge Gainsbourg cubierta de grafitis en la rue de Verneuil de París, el 2 de marzo de 2021, 30 años después de su muerte (Foto: Martin BUREAU / AFP)

Más de tres décadas después de su muerte, la casa parisina del cantante Serge Gainsbourg abrirá sus puertas el 20 de septiembre, para celebrar la carrera y la vida del legendario autor de la canción “Je t’aime… moi non plus”.

Desde su muerte en 1991, su hogar, ubicado en el elegante distrito VI de París, había atraído a innumerables fanáticos, que a lo largo de los años han ido cubriendo la fachada con etiquetas y graffitis.

Pero la casa siempre permaneció cerrada al público.

Sólo la familia y algunas celebridades, como el diseñador de moda Karl Lagerfeld, o el actor Jean-Paul Belmondo (vecino de Gainsbourg) habían podido acceder al interior de este cuasi mausoleo en memoria del maestro, que inspiró varias artistas en Francia y en el extranjero.

A partir del 20 de septiembre, los visitantes podrán dejarse guiar por la voz de su hija, Charlotte Gainsbourg, mediante una audioguía.

“Déjeme que le abra las puertas de la casa”, indica la voz de Charlotte, también cantante y actriz, en la entrada de la casa, en el nº5 bis de la calle de Verneuil.

La voz de Charlotte Gainsbourg guía a los visitantes por el legado de su padre en la casa de la calle Verneuil (Foto:  MATTHIEU ALEXANDRE / AFP)

La voz de Charlotte Gainsbourg guía a los visitantes por el legado de su padre en la casa de la calle Verneuil (Foto: MATTHIEU ALEXANDRE / AFP)

– Colillas y chocolatinas –

La casa estuvo a punto de ser asaltada varias veces, en una ocasión sufrió un conato de incendio. Pero la familia conservó el interior sin cambios. Como los cigarrillos Gitane que Gainsbourg consumía sin pausa, y cuyos restos aún permanecen en los ceniceros.

O unas chocolatinas que el artista consumía con regularidad, aún envueltas en plástico.

Aparte de los paneles de cristal, que impiden al visitante entrar en las habitaciones, la casa apenas ha sido restaurada.

En el salón se puede contemplar el piano negro -del mismo color que paredes y techos-, los discos de oro y las fotografías de las mujeres que acompañaron la vida de Serge Gainsbourg:Brigitte Bardot o Jane Birkin, recientemente fallecida.

“Después de su muerte no quise tocar nada. Inmediatamente hablé de abrir un museo porque él mismo lo había mencionado”, confió Charlotte el miércoles ante algunos periodistas, en una visita privada.

Pero luego le entraron dudas. “Hubo momentos en los que ya no tenía confianza y no quería que entrara nadie”, explicó.

Situado unos números más adelante, en la misma calle de Verneuil, un museo de Gainsbourg también abrirá sus puertas y permitirá exponer objetos que, por falta de espacio, no eran visibles en la casa. Gainsbourg amontonó una gran cantidad de baratijas a lo largo de su vida.

Se esperan unos 100.000 visitantes cada año.

El piano y las melodías que inspiraron a Serge Gainsbourg en su icónica casa parisina, París, c. 1990 (Foto: Mandatory Credit: Photo by Unimedia/Shutterstock (1293630f))

El piano y las melodías que inspiraron a Serge Gainsbourg en su icónica casa parisina, París, c. 1990 (Foto: Mandatory Credit: Photo by Unimedia/Shutterstock (1293630f))

Serge Gainsbourg (1928-1991) empezó su carrera en los albores de los años 1960, primero como cantante falsamente modoso, con canciones como “Le Poinçonneur des Lilas”, bien peinado y con corbata.

Pronto se dejó crecer el pelo y se unió a los rebeldes de la década, que culminaron en los hechos de Mayo de 68.

Luego se convirtió en un icono de la contestación “a la francesa”. En 1979 sacó una canción “reggae” basada en “La Marsellesa”, que provocó polémica.

Fuente: Infobae