La calle que nunca duerme se quedó en silencio y se apagó. No están más el ir y venir de oficinistas, ni el público de los teatros, ni los habitués de las librerías ni los clientes de sus bares y restaurantes.
Por el calor, todo arrancó un poco más tarde. El público fue directo a buscar las ofertas y pudo presenciar charlas de escritores incursionar en algunos aspectos lúdicos de la literatura.
Este domingo 17, de 18 a 1, se realizó una nueva edición de la Noche de las Librerías, con 50 actividades gratuitas. Los libros y sus autores salieron otra vez a la calle.