Picasso la inmortalizó en sus pinturas. Y, de paso, la caricaturizó, ya que en lugar de ser reconocida como una artista por derecho propio, Dora Maar, una de las fotógrafas más representativas del surrealismo, y musa y amante del pintor durante nueve años, se convirtió, para muchos, en la modelo desdichada de retratos como La mujer que llora, especie de lamento del famoso artista frente a los estragos de la Guerra Civil Española.
La performance está de moda en el arte. Natacha Voliakovsky, Lux Valladolid, Básica TV y Saddy hacen de su aspecto la materia de su persona y sus personajes. Lux Valladolid. Durante febrero exhibirá vídeos en el Centro Cultural Recoleta. En junio, expondrá en la Universidad Torcuato Di Tella