En las primeras horas de este viernes 14 de marzo, un juego de luces y sombras tiñó el satélite natural de un tono rojizo en lo que fue un espectáculo astronómico singular.
El evento astronómico que duró cerca de seis horas, pudo verse en vivo desde algunos lugares del mundo.
Pudo verse la Luna de Sangre y un eclipse lunar total, mientras que en el hemisferio norte se apreció en todo su esplendor la Superluna de Flores, una luna llena que se da en plena primavera boreal.