La polémica por la privacidad. Los gigantes de la tecnología que registran casi todo lo que hacen quienes usan sus productos, ahora ofrecen que cada uno elija qué quiere compartir en Internet.
Respeto, sentido común y normas no escritas que ayudan a una mejor experiencia a bordo. Basta con que se apague la luz de abrocharse el cinturón de seguridad para que instantáneamente todos los pasajeros salten del sus asientos ansiosos por salir.